Trip to Dallas - Chapter #4

Los días siguen pasando y ya se nota que extraño. Me doy cuenta porque empiezo a quejarme más que de costumbre. También se van sumando las cosas que me molestan de estar aquí. Aún así, la experiencia es enriquecedora.

Muchas veces critiqué a los yanquies, sin siquiera haber pisado este país antes. Ahora lo puedo criticar con un poco más de conocimiento de causa ;)

Muchísimas cosas funcionan mejor que en argentina, y eso no es novedad siquiera. Pero aún así no me cierra. Por ejemplo hoy no sé como se dio la charla y mi jefe dijo q en vez de muros o alambres de púa, la frontera con méjico, debería tener alambre electrificado y ametralladoras automáticas disparando a los méjicanos que buscan escabullirse y entrar a EEUU.

No quise empezar una pelea, pero bueno así son las cosas acá. Odian a los mejicanos ilegales, pero son los que les preparan las comidas en sus restaurantes, los que les limpian las casas y realizan múltiples tareas que aún no han logrado automatizar.

Y en realidad, es como cuando en pleno menemismo nuestro país se llenó de bolivianos, paraguayos y peruanos. Nunca escuché a nadie en mi país hablando bien de los extranjeros que vienen a laburar. Sin ir más lejos, hasta el preámbulo de nuestra constitución los invita a vivir y a gozar de los mismos derechos y deberes que los que nacimos acá. Pero no, son bolitas que como mucho sirven para limpiar el baño. Y si los pudiéramos parar en la frontera, y si, que ni entren.

Asíque en este aspecto somos tan nazis como los yanquies. Con el agravante que somos de la misma raza.

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Tuve la suerte este fin de semana de ir a conocer el centro de la ciudad de Dallas. Estuve en el mismísimo lugar donde hace casi 44 años (se cumplen el 22 de nov), mataron a JFK.

Recuerdo haber visto, como mínimo, unas 3 veces la película de Oliver Stone, y sorprenderme una y otra vez de tamaña conspiración para asesinar al presidente de estados unidos. También resultó impactante caminar por esos lugares, que nunca hubiera imaginado conocer y aun así tener esa sensación de "esto lo conozco", justo por haber visto tantas veces la película.

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Puedo, a su vez, aceptar haberme estadounidizado en lo siguiente.

• ya no me sorprende llegar a un cruce de calles y esperar mi turno para cruzar, en vez de darle paso al de la derecha.
• tampoco me sorprende que cada vez que al vaso le queda poco de gaseosa, me traigan otro y que el re-fill sea gratis.
• que cualquier vaso de gaseosa venga siempre con pajita (mis sobrinos serían felices acá x siempre).
• que antes de terminar de comer ya me hayan traido la cuenta.
• a que mi nombre sea pablou.
• a que a eso de las 7 y media ya esté pensando en cenar xq ya es tarde.
• a reirme de los chistes que cuenta el morocho en la radio x la mañana.
• a pensar que la dr pepper es rica.
• a ser más educado: pedir perdón, permiso y gracias todo el tiempo.
  
• etc, etc, etc.

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Por suerte tenemos mail, chat y skype. El hecho de seguir tan en contacto con los mios ayuda y mucho. Difilmente pasen más de dos días sin haber hablado x skype con la flia y con algún amigote de BA. Aún así, encuentro que el exceso de información sobre argentina, en parte también hace extrañar más. No sé, a lo mejor suene extraño pero quizá alguien que lo haya vivido, pueda entenderme.

Es como que estas, pero no. Es como que compartis cosas, pero incompletas.

En otras épocas el irse era cortar de raíz el vínculo. A lo sumo una llamada telefónica de costos atronómicos permitían mitigar el desarraigo pero nada más.

Hoy todo eso cambió y hablamos gratis por internet, chateamos, nos mandamos las fotos del viaje y hasta me pueden ver en los videos que ya subí a youtube antes de volver.

No sé, parecerá barroco lo que digo, pero me parece que esto contribuye a extrañar más.